Esto es como estar en diferentes mundos al tiempo; esa torre de libros sobre aquella mesa de madera me hace pensar cuantos mundos hay que recorrer en tan solo dos horas.
Es el quien de alguna manera con su bamboleo hace temblar mi mano de tal modo que mi lápiz rose el papel formando líneas que ahora son palabras. Aunque es difícil expresarse en un espacio donde los fríos huesos reposan sobre aquellos asientos y miles de susurros y respiros me hacen perder y olvidar la forma como aquel personaje provocaba cierta inspiración en mi, mientras aquellas cortinas se movían al son del viento y tocaban mi cara con tal delicadeza que me hacia mas fácil viajar por aquellos mundos.
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